El revestimiento exterior admite una gran cantidad de materiales, generalmente de acabados duraderos y de gran calidad, que exigen un escaso mantenimiento posterior. Entre los materiales más habituales se encuentran las placas cerámicas, de piedra natural y de madera, los tableros compactos y los contrachapados fenólicos. Su gama de precios es muy amplia, pero uno de los que ofrece una mejor relación prestaciones-precio son las placas de fibrocemento.
El fibrocemento es el resultado de una mezcla de cemento, arena, aditivos minerales y fibras (orgánicas, minerales o sintéticas). Abandonado el uso del asbesto o del amianto como fibras de refuerzo por los problemas de salud que provocaba, actualmente se utilizan fibras de celulosa, de vidrio o vinílicas sintéticas. Su uso se inició a principios del siglo XX y, a diferencia de España, en el resto de Europa se utiliza ampliamente como material para fachadas por sus grandes ventajas constructivas. Veamos a continuación algunas de las más interesantes.